En la actualidad, la comunidad científica sabe que existe un sinnúmero de proteínas, pero para muchas de ellas, las y los científicos no conocen su función particular. Numerosos grupos de investigación del mundo se encuentran trabajando para desvelar estas incógnitas. Tal es el caso de la proteína IIIG9, que hoy ha comenzado a mostrar sus misterios de la mano de la Dra. Katterine Salazar, asesora científica del CMA BIOBIO e investigadora asociada, quien, utilizando microscopía confocal y microscopía electrónica de transmisión en experimentos
in vivo de pérdida de función, ha demostrado que IIIG9 es esencial para el mantenimiento de las uniones adherentes de las células ependimales polarizadas. Este hallazgo podría tener implicancias directas en patologías ventriculares como la hidrocefalia o la génesis de tumores llamados ependimomas donde la pérdida de uniones adherentes es un evento clave que potencia el desarrollo de estas.
El estudio fue desarrollado en el laboratorio de Neurobiología y células madres (NeuroCellT) en trabajo colaborativo con estudiantes de pre y postgrado, profesores del Depto de biología celular e investigadores y personal del
CMA BIOBO. Además de la colaboración científica con el doctor Manuel Cifuentes de La universidad de Malaga, España. Este trabajo se financió mediante el proyecto
fondecyt regular 1190848 y puede ser revisado con el siguiente
doi: 10.1038/s41598-021-97948-3